sábado, 1 de septiembre de 2007

Aprendiendo a Adorar a Dios...I

Mateo 6: 5-15
"Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que aman orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. De cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Pero tú, cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto te recompensará. 7 Y al orar, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que serán oídos por su palabrería. 8 Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos, porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis. 9 Vosotros, pues, orad así:
Padre nuestro que estás en los cielos:
Santificado sea tu nombre,
10 venga tu reino,
sea hecha tu voluntad,
como en el cielo
así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy.
12 Perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos
a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, sino líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
el poder y la gloria
por todos los siglos. Amén.
Este es el mejor ejemplo de la adoración, a través de la oración, que nos dejo Nuestro Señor Jesucristo. Quien padeció grandemente en la cruz para el perdón de nuestros pecados, para que hoy en día pudieramos llegar al Padre que esta en el cielo, el creador de Todo, quien merece nuestra adoración, nuestra total entrega, toda la gloria, porque todo fue hecho por él y para él.

En este ejemplo de la biblia vemos como Jesús nos enseña a Reconocer primero quien es Dios, cuando leemos "...Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre, ..."
Dios anhela de nosotros que nos enamoremos de él, que anheles cada día conocerlo más. A medida que conocemos sus virtudes, sus enseñanzas nos enamoraremos más de el, confiamos más en el, estamos tranquilo (sabemos quien es...:) hasta que lleguemos a reconocer que él es de verdad todo para nosotros y que sin el nada somos, y luego de ahí seguir buscando conocer quién es Dios, hacer nuestro esfuerzo por que viva en nuestras acciones, esperar en él, y cada día hacer que la comunión (esa intimidad con Dios), donde le expresemos nuestro más profundo amor CREZCA .Dios necesita de nuestra adoración, Jesús nos enseña santificar su nombre, en su palabra nos refleja que primero a él le demos la gloria y terminemos dándole la gloria y reconociendo quien es él cuando expresa: "Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén."

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